De historietas, cuentos, poesías, etc...

La silueta tenebrosa 

JAVIER  JIMENEZ NAJM KARAM
 
    Una tarde iba caminando por las calles de mi barrio, mi madre me había pedido que salga a comprar el pan antes de que anochezca. Ya volviendo de comprar el pan, apuré el paso para que no me agarre la noche, no le prestaba mucha atención a mi alrededor, las calles estaban rotas y las casas también, tenían las tejas salidas y la pintura descascarada, parecían casas abandonadas y me daba tristeza ver que todo estuviera así. Pero, algo percató mi atención, un extraño sonido parecido a un susurro, hizo que me detuviera a escucharlo, al observar de dónde venía el sonido, lo único que noté fue una silueta con ojos grandes y una gran sonrisa, que al verme desapareció, cómo si se hubiera desvanecido. Sentí un gran frío que me recorría la espalda y me temblaban las manos. Aceleré la caminata para llegar a casa lo más rápido posible y contarle a mi madre lo que vi, no me faltaba mucho para llegar, pero para hacerlo tenía que cruzar una calle oscura de mi pueblo, leyendas cuenta que por ese lugar se escuchan constantemente gritos extraños y que la gente que vive ahí han quedado locos y paranoicos debido a lo que pasaba. Yo no creo en esas cosas, pero lo que vi antes me dejó dudando. Fui pasando por ese lugar lo más precavido que pude, fui silencioso con mis pasos y escondí mis pertenencias. Luego de unos minutos de caminata, ya me faltaba poco para llegar a mi casa, pero veo a unos metros lejos de mí, un poste de luz titilante el cual alumbraba a una persona con una campera de cuero, una capucha y pantalones negros, también traía un cuchillo, el cual sacó lentamente mientras me repetía que le dé todo lo que tengo, intente correr para atrás, pero había uno más de ellos el cual se acercaba lentamente hacia mí. Tenemos un muy mal nivel económico en mi familia, no podía darles mis cosas, así que decidí pelear. Rápidamente el que estaba al frente mío me cortó con su cuchillo, y el que estaba atrás me noqueó de un fuerte golpe en la cabeza, caí rápidamente al suelo y unos segundos antes de perder el conocimiento, escuché un grito ensordecedor, casi demoníaco, y seguido de eso los gritos despavoridos de los ladrones. Al despertarme se me heló la sangre, una escena atroz con los cuerpos desgarrados de los ladrones, a los que les faltaban diferentes miembros del cuerpo. Salgo corriendo para mi casa lo más rápido que mi cuerpo herido me deja. Al llegar le cuento a mi madre lo que me pasó. Ella me abrazó, me dijo que me tranquilice, que ya estoy bien y que me haría algo de comer. Al sentir su abrazo cerré los ojos y me alivié, ya había pasado esa pesadilla... Pero, al abrir los ojos, él está ahí, de nuevo. Esa silueta aterradora me estaba viendo por la ventana de mi casa, me sonrió, su cara estaba llena de sangre, al igual que las garras de sus manos, me hizo un gesto de despedida y se desvaneció nuevamente.



Historieta por Valentina Alazraki 1º año




El mundo de los muertos vivos

 Máximo González, 3º año
    Hace mucho tiempo existía un cementerio perdido. Una noche, cuando todos dormían, de los pozos donde estaban enterrados los muertos salieron zombies, vampiros, momias, hombres lobos, fantasmas y esqueletos. Las personas dormían tranquilamente hasta que sintieron ruidos de puertas que rechinaban, veían huesos, etc., los vecinos no entendían lo que estaba sucediendo y salieron de sus casas. 
Algunos se salvaban y otros morían en manos de los vampiros al quedar sin sangre. Un ciudadano llamó a los superhéroes y como tenían súper velocidad, súper vista, súper fuerza y súper inteligencia, sin embargo, los monstruos derrotaron a los más valientes y poderosos. Cuando solo quedaba uno de los buenos, el más lento, los muertos estaban invadiendo la ciudad, arruinándola y convirtiéndola en una población hechizada, dejándole al último héroe la oportunidad de rendirse, pero él no lo hizo y peleó contra todos. 
Como se dio cuenta que no iba a lograrlo, escapó hacia el cementerio para ver cómo podría vencer a los viles, pero no encontró nada. Decidió volver al pueblo, cuando llegó ya era tarde porque los malvados habían terminado de hacer su trabajo dominando la ciudad y el héroe ya no podía hacer nada. Se dio por vencido y finalmente los monstruos reinaron el planeta y liberaron a todos los seres de ultratumba. 

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